La neurocirugía en animales pequeños, como perros y gatos, es un campo altamente especializado en la medicina veterinaria. Se enfoca en tratar patologías que afectan el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y periférico. Este tipo de intervenciones, aunque a menudo necesarias, conlleva riesgos significativos debido a la delicadeza de las estructuras nerviosas implicadas.
Patologías Comunes que Requieren Neurocirugía
Hernias Discales (Enfermedad de Disco Intervertebral – IVDD):
- Una de las causas más comunes de neurocirugía en perros, especialmente en razas predispuestas como Dachshunds, Beagles y Bulldogs.
- Tipos:
- Protrusión (Hansen tipo II): Progresiva y crónica.
- Extrusión (Hansen tipo I): Aguda y traumática.
- Consecuencia: Compresión medular que causa parálisis o pérdida de función motora.
Traumatismos Craneoencefálicos o Vertebrales:
- Fracturas, luxaciones o hemorragias tras accidentes o caídas.
- Pueden causar daño a largo plazo si no se tratan rápidamente.
Tumores del Sistema Nervioso:
- Incluyen meningiomas, gliomas y tumores de la médula espinal.
- Más comunes en animales geriátricos.
Hidrocefalia:
- Exceso de líquido cefalorraquídeo (LCR) que causa presión intracraneal.
- Frecuente en razas pequeñas como Chihuahuas y Yorkies.
Siringomielia:
- Condición asociada a la malformación de Chiari, común en Cavalier King Charles Spaniels.
- Implica la formación de cavidades llenas de líquido en la médula espinal.
Epilepsia Refractaria:
- Casos donde el tratamiento médico no controla las convulsiones, a veces se evalúan intervenciones quirúrgicas.
Riesgos Asociados a la Neurocirugía
Daño Neurológico Permanente:
- Las estructuras nerviosas no tienen capacidad regenerativa significativa.
- Incluso un pequeño error puede causar parálisis, ceguera o pérdida de función sensorial.
Infecciones:
- Meningitis posquirúrgica debido a contaminación durante la intervención.
- Uso estricto de técnicas asépticas y profilaxis con antibióticos es crucial.
Hemorragia:
- Tanto intracraneal como en la médula espinal.
- Requiere manejo quirúrgico rápido y monitoreo intensivo.
Edema Cerebral o Medular:
- Inflamación postoperatoria que aumenta la presión en los tejidos nerviosos.
- Tratamiento con fármacos como manitol y corticosteroides.
Fallo en la Recuperación Funcional:
- A pesar de una cirugía exitosa, algunos pacientes no recuperan la movilidad o las funciones neurológicas.
Cuidados Posoperatorios
Monitoreo Neurológico Estricto:
- Evaluación diaria del estado mental, reflejos, sensibilidad y movimiento.
- Uso de escalas de valoración neurológica (ej. Escala de Frankel).
Control del Dolor:
- Uso de opioides, antiinflamatorios no esteroides y adyuvantes como gabapentina.
Rehabilitación Física:
- Terapia física postquirúrgica (ej. hidroterapia) para restaurar la movilidad.
- Estimulación pasiva de extremidades en casos de parálisis.
Prevención de Úlceras de Decúbito:
- Cambios frecuentes de posición y uso de superficies acolchadas.
Dieta Especializada:
- Suplementos neuroprotectores como ácidos grasos omega-3 y antioxidantes.
Avances en la Neurocirugía Veterinaria
El uso de herramientas avanzadas como la neuronavegación, cirugía asistida por imágenes (TAC y RM) y monitorización neurofisiológica intraoperatoria han mejorado significativamente los resultados quirúrgicos. Además, la rehabilitación multimodal y los cuidados intensivos posquirúrgicos son fundamentales para maximizar la recuperación.
Conclusión
La neurocirugía en animales pequeños es una disciplina que ofrece esperanza en el manejo de patologías complejas del sistema nervioso. Sin embargo, requiere de una evaluación minuciosa del paciente y una planificación quirúrgica precisa para minimizar riesgos. La colaboración entre el neurocirujano, el equipo de cuidados críticos y los tutores del animal es clave para garantizar el éxito del tratamiento.